Dos pares de ojos siempre ven más que uno, así que antes de enviar tu manuscrito asegúrate de que no dejas ningún cabo suelto. Revisaremos tu texto como si fuéramos un halcón buscando a su siguiente presa. Erratas, errores de dedo, incongruencias semánticas, puntuación mal usada, tildes perdidas… ¡Y todo eso que has pasado por alto porque ya te sabes tu libro de memoria de tanto leerlo!